El Ferrocarril Chihuahua al Pacífico

El Ferrocarril Chihuahua al Pacífico

Una de las obras más importantes de ingeniería realizadas en México se encuentra en el imponente escenario de las Barrancas del Cobre: el ferrocarril Chihuahua al Pacífico fue puesto en servicio el 24 de noviembre de 1961 con el fin de promover el desarrollo de la Sierra Tarahumara y proporcionar a Chihuahua con una salida al mar por el estado de Sinaloa.

La ruta comienza en Ojinaga pasa por Chihuahua, cruza la Sierra Tarahumara  y desciende a la costa de Sinaloa, vía Los Mochis para finalizar en Topolobampo. La longitud total es de 941 km; cuenta con 410 puentes de los cuales el más largo es el del rio Fuerte con 500 m, y el más alto el del rio Chínipas con 100 m de altura. Tiene 99 túneles que suman un total de 21.2 km; el más largo tiene una longitud de  1.81 km y se encuentra entre los límites de Chihuahua y Sinaloa. La altura máxima que alcanza el tren es de 2 450 metros sobre el nivel del mar.

El ferrocarril Chihuahua al Pacífico cruza una de las regiones más abruptas de la Sierra Madre y recorre integra la barranca de Septentrión, además de hacer parada en el Divisadero, lugar donde se encuentra el famoso mirador y en donde se puede admirar la confluencia de las barrancas de Tararecua, Cobre y Urique. Su construcción fue iniciada en 1898, llegando a Creel en 1907; con la revolución mexicana se interrumpieron los trabajos, reiniciando en la década de 1950 para finalizar en 1961.

Para acceder a Batopilas es necesario hacer parada en la estación de Creel, para de ahí tomar transporte público o privado al afamado mineral. La Ruta Batopilas – Creel, descubre dos Pueblos Mágicos de maravillosos encanto y revela la mágica al encuentro de algunos de los paisajes más abruptos y recónditos de la serranía.